¿Cómo se administra una inyección intramuscular?

Existen diferentes tipos de inyecciones en función de la vía de administración. En concreto la inyección intramuscular es el tipo de inyección que administra la medicación directamente en el músculo. La aguja se inyecta en un ángulo de 90º, que penetra la epidermis, dermis y tejido subcutáneo hasta llegar al músculo donde se deposita el líquido.

La inyección intramuscular se emplea cuando se busca una vía y absorción de los fármacos de manera suficientemente rápida. Siendo de esta forma absorbida a través de los capilares sanguíneos de nuestro cuerpo en pocos minutos tras la inyección.

Como aplicar una inyección intramuscular

Al realizar una inyección intramuscular se debe tener en cuenta el músculo en el que se va a inocular el medicamento, así como otros factores como son el volumen que se inyecta y el tipo de jeringa que se utiliza.

Cuando se aplica una inyección intramuscular se debe emplear un volumen no superior a 10 ml y la jeringa deberá tener una aguja intramuscular de 2,5 a 7,5 mm en función del músculo en el que se administra. Los músculos más habituales son los glúteos , los deltoides, la cadera y  el vasto lateral de las piernas.

Una vez estamos preparados, se administra la inyección intramuscular introduciendo la aguja en un ángulo de 90º directamente sobre el músculo. Tras comprobar que no se ha pinchado sobre un capilar, se procede a inocular el medicamento de forma lenta evitando, en la medida de lo posible, el dolor producido por este tipo de inyección. Se trata de una vía dolorosa debido a que cuando penetra el líquido inyectado las fibras musculares se despegan, produciendo dolor localizado en el paciente. Cuando terminamos de administrar la inyección intramuscular se retira la aguja junto con la jeringa y se desecha correctamente.

Ventajas y desventajas en el uso de inyección intramuscular

Principalmente, la mayor ventaja que se obtiene al administrar una inyección de este tipo es su rápida absorción. Haciendo efecto en los siguientes 15 minutos una vez se ha inoculado. Además de también ser una vía de administración rápida y ser de utilidad para la administración de medicamentos de liberación prolongada.

Aunque por otra parte, las inyecciones intramusculares también tienen ciertas desventajas. Se trata de inyecciones altamente dolorosas como ya hemos comentado. Su uso está limitado en pacientes que tengan un índice de masa muscular bajo. Y también, como se puede suponer, podría llegar a causar infecciones o lesiones localizadas en el lugar de aplicación y los nervios periféricos. Así como ocasionar una fibrosis local si se administra de forma constante en la misma zona, que reduciría de forma progresiva la absorción del medicamento.  

Curiosidad final acerca de las inyecciones

El concepto de inyección, el cual seguimos utilizando hoy en día, ya era conocido desde la antigüedad. De hecho, el médico, cirujano y filósofo Claudio Galeno que da nombre a nuestros centros, ya empleaba métodos de inyección y describió algunas de las técnicas empleadas en la actualidad como lo es el uso de una aguja hipodérmica.

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